Empiezo con lo negativo y termino con lo positivo para dejar mejor sabor de boca. La tardanza a la hora del desayuno y la comida. Mucho pinganillo y walkie, pero un gran descontrol. A la hora del desayuno tardan mucho en atender y luego otro rato en servir (al estar de vacaciones no hay prisa... pero más de una hora en recibir el desayuno no lo veo la verdad) Entre que los camareros retiran tostadas de otros camareros y se la colocan en mesas que han llegado después sin terminar con los de antes... Supuestamente la tardanza con las tostadas es porque solo hay un tostador nos comentó el camarero, que si ponen otros salta el automático,hasta ahí es entendible,pero la falta de un tostador no tiene nada que ver con tomar comanda. En el almuerzo también tardaron mucho en servirnos la comida, llegaron platos segundos antes que entrantes. ¡Mucho descontrol! Creo que hacen falta más camareros, sobre todo en hora punta. La comodidad de las camas y las almohadas, eran un poco duras acabé durmiendo en la supletoria de mi hija que era más "comoda". El personal muy amable de recepción siempre muy atentos ,como el de restauración. Todo muy limpio, tanto las instalaciones como las habitaciones.Las limpiadoras muy amables. Los socorristas muy atentos y serviciales, pendientes todo el tiempo. Un lugar maravilloso.El verano que viene volvemos por supuesto.
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