奧羅佩薩飯店(Parador de Oropesa)

El parador es muy bonito pero el precio del restaurante es un poco elevado en comparación con la cantidad del plato,😔

Parador precioso, con el sabor típico de paradores, con un mobiliario y decoración muy bonito y elegante. El comedor, con su galería y vistas a la campiña, es de película. Habitación muy bonita y limpia. Solo destacar que el baño necesita una actualización. El personal muy amable. Sin duda repetiremos.

Impresionante hotel en un pueblo muy interesante. Magníficas instalaciones, con habitaciones muy confortables y salones comunes realmente impresionantes. Ubicación ideal. Tranquilo, pero a la vez muy bien comunicado. La vista del Campo Arañuelo desde el comedor, magnífica.

Hemos estado en el Parador toda la familia, 18, y a pesar de que al ser tantos y con niños en ocasiones seguro que habremos sido molestos, el trato ha sido inmejorable. Quiero mencionar de manera especial a Enrique y Raquel del restaurante. Dos profesionales excepcionales no sólo por el desempeño de su trabajo sino por su inmensa amabilidad y simpatía. Este tipo de personas son las que convierten un restaurante de comida rica en único. Muchas gracias.

Ayer almorcé en el restaurante del Parador de Oropesa en el que ya había estado en bastantes ocasiones. Fue absolutamente decepcionante. La calidad y presentación de los diferentes platos, muy deficiente. A saber: solomillo strogonoff consistente en una especie de ragout con carne muy pasada. Un cabrito, 31€, mal recalentado, seco y correoso con una guarnición de puré de patatas oscuro y fracasado. Un bacalao, el único aceptable, sobre patatas apenas cocidas. Y por último una cuajada insípida con miel industrial. Reseña aparte a la amabilidad mostrada por el servicio.

Tras muchos años pasando por la NV, viendo desde el coche ese enorme castillo en lo alto y pensando que algún día iría a ese parador, por fin lo logré y me encantó la experiencia. Es un lugar lleno de historia y la gente de Oropesa sabe el valor que tiene el pueblo y lo transmiten en sus visitas guiadas. Además, dimos un paseo por los alrededores y fue estupendo.

Tutto (nonostante la pioggia) ci ha rallegrato in questa scappata per San Valentino. Camera grande, con vista su due lati dell'edificio, verso il parco e la Sierra de Gredos in lontananza; molto silenziosa, se gli ospiti della stanza vicina sono educati... I letti sono ampi e gli scuri interni non fanno filtrare luce. Il bagno è un po' datato ma ampio, anche se lo spazio accanto ai lavandini potrebbe essere meno sacrificato (penso sia così anche per le altre camere). Locale bar più che sufficiente e zone di lettura o relax vastissime. Due ampie sale ristorante (misure medievali!) con una terrazza vetrata da cui godere uno splendido panorama assieme a piatti ottimi, soprattutto di carne e cacciagione: una conferma che la gastronomia è un fiore all'occhiello della Rete. Personale capace, professionale ma sempre con un tratto di cortesia, soprattutto in sala da pranzo. Vale la pena tornare d'estate, sebbene dicano che faccia molto caldo: certo che la piscina sembra un po' piccola!