A la hora de reservar es el más caro de la zona, cerca del Monasterio de Piedra, pero llegas y se te cae el alma a los pies. La recepción parece sacada de los años 60, y además llena de moscas. Llegas a la habitación y no hay ni una sola amenitie en el baño, ni gorro de ducha si quiera. Un bote en el lavabo con dispensador con jabón para manos y otro en la ducha como gel y champú. La limpieza, tuvieron que cambiarnos las sábanas porque estaba llenas de pelos, y el suelo tenía también en algún rincón melena de pelos. Para utilizar la piscina del balneario, que estaba incluida en el precio de la habitación, tienes que reservar una hora en concreto y la mayoría de las horas están llenas y te dan la opción solo para las horas que nadie quiere. Además si quieres bajar en albornoz y zapatillas , tienes que alquilar el albornoz por 4 €!!! Y comprar las zapatillas por 3,50€ ?!? Un hotel de 4 estrellas balneario, te hace pagar el alquiler del albornoz?, puedo entender una fianza para que la gente no se lo lleve, pero un alquiler!?!?! Llega la hora del desayuno, y la verdad que muy mal, para un hotel como digo que te cobra por categoría de 4 estrellas y te da una de 3 o inferior. Los cereales , solo había 2 variedades pensadas en los niños. Los adultos que toman avena con frutos secos y semillas, no encontraban nada. La fruta, estaba como una piedra, de verde ( no madura). Personalmente cogí un kiwi que no pude comer. La parte de bollería, puedes ser las más surtida y correcta, y los platos calientes dejaban bastante que desear. Mala calidad y mal cocinados. Por todo ello, no puedo recomendar este hotel balneario para nada. Prueben otros de la zona.
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