Fue a la tercera cuando pudimos ir al Monasterio de Piedra, debido a la pandemia. Desde un principio teníamos claro que nos queríamos alojar allí, para tener el parque a tiro de piedra. La verdad fue todo un acierto, ya que el edificio tiene la salida directamente a la entrada del parque. El edificio es muy amplio. La habitación familiar, que fue la que cogimos porque íbamos con un niño, era inmensa, el doble de una normal. Tenía una terraza muy grande que daba directamente al parque. El acceso a estas habitaciones es a través de una escalera, debido al edificio, pero vamos, no supone ningún problema si no tienes ninguna discapacidad física. La habitación era cómoda, bien refrigerada, permite hasta 2 adultos y 2 niños, estos en una habitación por separado. Mucho espacio y comodidad. Con el alojamiento te permite adquirir las entradas al parque a un precio mucho más bajo, a sólo 7 € los adultos y gratis los niños, y te permite entrar todas las veces que quieras y sin esperar colas. La verdad es que lo aprovechamos los tres días, incluido el último y pudimos volver a disfrutar de la Cola de Caballo sin gente y con tranquilidad. La entrada decía que era a las 15, pero cuando llegamos a las 13:00 ya teníamos la habitación preparada y pudimos acomodarnos e ir a comer. Además, por estar alojado, la visita al claustro y otras dependencias del antiguo Monasterio son gratis y puedes visitarlas hasta la medianoche, todo un acierto. Vamos, que es toda una experiencia de descanso y disfrute.
翻譯