La verdad que para ser 4 estrellas deja mucho que desear. El hall era lo único utilizable, de hecho me clavaron 4 hs ahí hasta que nos asignaron habitación. La habitación tenía olor a humedad, la alfombra del pasillo toda manchada, lo cual daba aspecto a sucio. El personal ni buen día, poca iniciativa y 0 empatía. El desayuno sin variedad más que unas medialunas y panificados de poco sabor, fruta solo sandía, y lo untable solo manteca y mermelada. El restaurante carisimo, sin variedad en el menú, y no te dan opción a modificar en lo más mínimo los platos (pedimos flan y no pudieron cambiar el dulce de leche por crema, por ej). En la pileta, solo está la misma con una plaza de juegos blanda (lo mejor de todo a nivel instalaciones), pero no hay nada para consumir ahí mismo para la hora de la merienda. Definitivamente, no lo recomendaría.
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