Las villas son más bonitas aun que en las fotos si cabe! El trato es cercano excelente. Te explican todo al detalle, te sitúan con un mapa de la isla, y todo son detalles en la habitación. Desde bicis para moverte por la isla (y luces para cuando es de noche), agua potable que rellenan constantemente y unas cantimploras para que las rellenes y puedas llevar contigo por la isla, jabones, caja fuerte mosquitera ... Un mininar bastante completo, tallas y batas, para hacerte café y te.. Hasta dejan un repelente de mosquitos y unos tapones para los odios ( la mezquita de la isla se pone con cánticos a cualquier hora del día y pueden venir bien). La casa dentro tiene aire acondicionado y también tienen 1 ventilador por si estando en la terraza tienes calor. El desayuno es maravilloso no puedo explicar como en palabras. Todo cosas súper naturales, riquísimo, una amplia gama para que escojas según gustos y te lo traen que se ve que está hecho con mucho mimo. No hay nada que pueda decir malo de este hotel. Para nosotros que no esté en el centro fue un plus para la tranquilidad y al fibal en bici llegas en 5 min. A zona céntrica y es genial d**** el paseito todos los días. Me olvido algo seguro pero.... No dudéis en que si cogéis este hotel estaréis acertando. Vida isleña pura, y una piscina que es de otro mundo. Gracias por todo anahata!!!!
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