En un país como este, de un hotel de estas características solo se esperan tres cosas: higiene, wifi y aire acondicionado (había 40 grados), pero el hotel NO da el servicio por el que pagamos. Está claro que los estándares en este país son MUY diferentes a los occidentales, pero aún así, no dan el servicio que ofrecen. La limpieza es un poco justa, sobre todo en el cuarto de baño y el wi-fi NO funciona y no es por los continuos cortes de luz, es porque la potencia contratada es insuficiente. Avisamos en recepción del problema y subieron a la habitación con un amplificador de señal que tampoco funcionaba, con lo cual no podíamos usar internet. En cuanto al personal, es complicado comunic**** con ellos porque casi no hablan inglés y si lo hablan su acento es tan malo que ni se les entiende, eso sí, como punto positivo sonríen mucho y son MUY serviciales, sin embargo en un hotel no se paga por sonrisas, se paga por servicios ofrecidos. No recomendaría nunca este hotel.
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