Ubicado en la zona de mayores ingresos de Montevideo, hermosas vistas y alrededores. En general una excelente atención. Sus habitaciones ya necesitan una mano de pintura y la insonorización no es muy buena, al estar al lado de una vía importante el ruido de los carros en los pisos bajos es molesto. El armario no tiene absolutamente nada de iluminación así que suerte encontrando algo. El gimnasio es bastante pequeño y limitado, le falta . El desayuno muy estilo americano, ofrece opciones limitadas pero agradables. Sufrí mucho con las tarjetas de entrada a la habitación, todas las veces me vi en la necesidad de volver a la recepción para que las activaran, después de la tercera vez es bastante molesto y la excusa de que es por el celular, a estas alturas donde es el único equipo del que dependemos… nunca ofrecieron cambiarla.
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