Buena calidad/precio para la zona. Se encuentra bien ubicado y con espacios donde poder descansar y tomar aire con buenas vistas. El desayuno es turco y variado. Las habitaciones son muy variadas, desde pequeñas con una cama doble y baño, hasta grandes con varias camas, jacuzzi, balcón... Falta una limpieza a las alfombras, estando el resto bastante limpio. No tiene muy buena insonorización, aunque si los otros huéspedes son silenciosos no suele escuch**** ruido de la calle, siendo una zona tranquila. No hay limpieza de las habitaciones durante la estancia. Lo cual no es mucho problema si vas 3-4 días. Tras varios días entendí que se debe a que sólo hay una empleada, la cual hace de todo. Limpieza de habitaciones, zonas comunes, lavandería, terrazas... Ella y la encargada del desayuno parecen encantadoras y muy trabajadoras. Tiene una caldera de carbón para calentar el agua, por lo que a veces huele. Desde la ventana de la habitación puede verse el amanecer y los globos y el minarete de la mezquita del pueblo, por lo que se escucha, al igual que en el resto de la zona, la llamada al rezo. Ofertan excursiones. El precio de éstas varía a lo largo de año en toda la zona, llegando a triplicar su precio en la temporada alta, después del 15 de mayo.
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