Si tuviera q definir este hotel, diria q la calificación q mejor le cuadra es EXQUISITO. Ya su ubicación agrega un plus de calidad, en una calle silenciosa q desemboca en la hermosa Rue du Faubourg Saint Honore, icono del buen gusto parisino. En la recepción el tiempo parece detenerse ante el buen gusto q reina en el ambiente. Si tienen la suerte de ser recibidos por Guillermo y su amabilidad y profesionalismo, seran muy afortunados. En el subsuelo se encuentra una piscina encantadora de aguas cristalinas y con cómodas poltronas y duchas, y sauna y baño turco. Gimnasio abierto las 24 hs igual q la pileta. El spa es de Shiseido, y no lo contraté pero asumo su excelencia. La habitación….. excelsa. La calidad de la ropa blanca, de las almohadas, de los productos de cosmetica, todo era una invitación al disfrute. El restaurante Il Giardino simplemente maravilloso, sobretodo la atención de Rachid. El desayuno es muy bueno, con un sistema de a la carta, lo cual me gustó muchísimo. Hemos pasado unos días fantásticos en este hotel. Recomiendo absolutamente.
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