Uno de los mejores hoteles en el que nos hemos alojado considerando la relación calidad/precio, con espléndidas instalaciones y vistas al valle del Salnés. Las habitaciones están decoradas con buen gusto, bien aisladas (la autovía no está lejos), equipadas con lo necesario y con camas confortables. Es un complejo con varios edificios separados donde se ubican las salas de estar y para reuniones, biblioteca, un hórreo rehabilitado como estancia de descanso y/o lectura, piscina, jardines perfectamente cuidados con variedad de plantas y pequeño restaurante-gourmet. Desayuno-buffet completo con productos naturales servido con diligencia. Magnífico el servicio de habitaciones, a título de ejemplo, éstas son revisadas a las 8 p.m. preparando las camas y con el detalle de dejar agua y bombones. Por poner alguna pequeña pega: el aparato de aire acondicionado individualizado para cada habitación es algo ruidoso y muy justo en días calurosos como los que acabamos de pasar en un octubre de "veroño".
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