Primeramente hay que precisar que el personal es muy amable.
Los cuartos tienen por dentro un acabado en las paredes de tipo rugoso, muy básico, nada elegante.
El baño es realmente pequeño, me refiero al área de la regadera y el inodoro.
La televisión de mi cuarto no era HD ni de chiste, se miraba como de la década de los 90’s.
No hay frigobar/refrigerador. Solo hay un minibar con unos refrescos y una cerveza, todo con costo extra y no se permite meter comida dentro del minibar.
Las camas Queen son realmente mas angostas que en otros hoteles.
La ropa de cama no es buena, las almohadas muy planas, si este aspecto es determinante, hay que decir que se puede conseguir calidad premium en cualquier Holiday Inn.
La comida buena, sin nada que resaltar.
La alberca muy bien.
La gente acostumbra a apartar camastros desde una noche anterior o muy temprano por la mañana.
Después del check in, te mandan o te interceptan directo los de ventas de tiempos compartidos prometiendo descuentos y beneficios por aceptar un tour por las instalaciones que desean vender y una platica que en total dura cerca de dos horas. Hay que agregar que son muy insistentes esas personas, no puede uno pasar por el año y sin que te intercepten nuevamente.
No hay cafetería como tal, solo un Starbucks con costo extra.
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