拉斯布里薩飯店(Hotel Las Brisas)

No es el hotel más bonito, pero cumple con lo mínimo indispensable. La atención del personal es muy buena, lo que rescata la calificación. La habitación es muy sencilla, tiene ventilador y aire acondicionado que funcionan bien, pero las camas estuvieron para morirse, deformes y sin soporte. Pero lo que afectó mi estancia es que en los pisos superiores, se escuchan las palomas y los gatos a todas horas danzando en el techo. En la madrugada es complicado. La piscina estuvo bien, todo alrededor de ella, está en "buenas condiciones". El restaurante no es el mejor, pero 7.5 de 10 lo calificaría. El dicho: Más vale malo conocido, que bueno por conocer... Aplicaría si paso por aquí en el futuro.

Nos fue bien. Sin embargo no había espacio disponible para estacionamiento. El vehículo quedó en via pública y eso genera stress. Habían fugas en la ducha y el aire acondicionado. Animales palomas vuviendo dentro del cielo raso.

No me gusto que el agua de la piscina, de los baños y lavatorios tienen un sabor raro y demasiado cloro y el desayuno deja mucho que desear, no volveria ni lo recomendaria .

Deficientes instalaciones por viejas y descuidadas, la piscina desgastada y muy percudida, nos dieron la habitación 8 a la par del cuarto de la bomba de agua que no se puede apagar y no deja dormir en la madrugada. Digo la madrugada porque hasta medianoche tampoco se puede dormir porque antes de esa hora no apagan las luces de los pasillos y las cortinas de la habitación no bloquean la luz. Por tanto aquí no se puede descansar. En otra oportunidad nos alojamos aquí en una habitación con vista al mar, ahí tampoco se puede dormir por el escándalo de la calle ya que los vecinos y turistas festejan en las aceras hasta la madrugada. Rescato el desayuno que si estaba aceptable, que es permitido traer mascota y que la primera noche nos dieron cena por el festejo del día de la Madre. El parqueo ciertamente es tan pequeño que los carros se obstalizan entre sí. No me parece que haya una buena relación entre calidad y precio.

Al llegar me dieron una habitación sucia todavía con ropa de cama de los anteriores huéspedes, luego dieron otra habitación que no tenía paños ni papel higiénico, el baño tenía problemas se caían las toallas y el inodoro no bajaba bien la cadena. Me desepciono.

El pasado viernes 9 de junio visitamos Puntarenas y decidimos ir a almorzar al restaurante del Hotel Las Brisas. Tras esperar más de lo deseado, cuando recibimos la comida nos sorprendió la mala presentación de los platos, a saber, dos filetes empanizados, otro a la plancha y unas fajitas de pollo para compartir con nuestra mascota. Luego de la decepcionante presentación, siguió una decepción aún peor al probar los alimentos. Con respecto a los filetes empanizados, no sólo las porciones eran demasiado pequeñas, sino que parecían "chancletas", en mi opinión casi cualquier persona sin estudios culinarios puede realizar un filete empanizado, entonces, ¿cómo pueden servir algo así de malo en un restaurante? Con decir que hasta la salsa tártara carecía de sabor. Ahora bien, respecto al filete a la plancha, una vez más la porción era super pequeña, y en este caso, el sabor era desagradable. El acompañamiento de frijoles molidos igualmente sabía mal, y ni qué decir de las fajitas de pollo, cero presentación y cero sabor. Al final y al cabo, en la noche todos nos enfermamos del estómago, hasta a la perrita hubo que darle medicina. Las fajitas que llevamos para revolverlas con el pienso de la mascota, mejor las botamos, ya que ni ella las quiso ni ver, y lo que se aprecia en la foto también hubo que botarlo por cierto olor asqueroso. Pagamos casi $100 por una comida desagradable. Al día siguiente me puse en contacto con el hotel vía correo, y no me respondieron, así que llamé y una tal Rachel me indicó que el administrador no responde, y que iba a buscar mi queja en el buzón para dar seguimiento. Esta es la fecha en que todavía continuo a la espera de una respuesta. No recomendamos ese restaurante. Turistas de San José.

Maltrato desde el primer momento. Al pagar la reservación nos quisieron cobrar mas de lo correspondiente. No te ayudan con las maletas. En cuanto al personal, su trato es bastante indiferente, se nota falta de capacitación y educación. El desayuno que estaba incluido en lo pagado, fue fatal: un café de percolador que casi de seguro era del día anterior, imposible de tomar, con una tostada añeja y quemada. Pero eso no es todo: Estar en la habitación es como estar en una cloaca, huele horrible. El baño es totalmente cerrado, no tiene ningún tipo de ventilación, es sofoconte, además, no te dan paño para secar tus manos. Pagamos una habitación con vista al mar pues supusimos que serían de la mejores, no quiero imaginar el resto de habitaciones. En resumen pagamos dos noches y solo soportamos una, salimos huyendo. Mi hermosa Puntarenas no se merece este tipo de hoteles, ni de atenciones, deberían ser sancionados pues cobran solo por estar frente a la playa.

L’emplacement est correct et la piscine ok. MAIS: pas de téléphone dans la chambre…. Il y a eu un party au bar de l’hôtel jusqu’à 3 h 15 du matin. J’ai dû aller avertir moi même les fetards très bruyants ( pas de téléphone) pour m’apercevoir que le veilleur de nuit de l’hôtel était avec eux!!! De plus quand nous sommes arrivés à 14h après 30 minutes de discussion avec le personnel qui ne voulait pas nou donner la chambre supérieure que nous avions choisie, le patron est venu lui-même nous affirmer que nous n’avions pas payé assez cher pour avoir la supérieure. L’enfer! Je vous ai déjà expliqué ça dans un message hier… la barrière fermant le parking est extrêmement difficile à ouvrir. Jamais une dame ne pourrait ouvrir ça et je n’ai jamais vu de préposé. L’air climatisé a mis 3 heures à rafraîchir la chambre….etc je ferai réclamation demain à mon retour au Canada Alain Larouche 27 avril 2023

En realidad, lo único que podemos objetar es la falta de barras en el baño para uso de adultos mayores, esto fué en la habitación 7