En pleno corazón del barrio de Providencia i a quince minutos a pie de la torre Costanera, encontramos este hotel de factura moderna, bien ubicado y comunicado. Un recibimiento cálido por parte del personal de recepción, es el paso previo a la acomodación en unas habitaciones, no muy amplias, pero confortables y muy limpias. Disponen de unos baños también modernos, pero quizás poco iluminados a la hora de tener que utilizar los espejos. Las camas son muy cómodas y disponen de dos juegos de almohadas para poder elegir entre dos tipos de textura. Disponen de un servicio de wifi gratuito en todo el hotel y con una climatización potente que te hace sentir confortable en todas las estaciones. Complementa sus servicios con una piscina y un pequeño gimnasio. Para desayunar ofrecen un servicio de bufé, más que correcto, con toda clase de comida, tanto fría como caliente. Con una relación calidad-precio envidiable, esto hace que sea un alojamiento a tener en cuenta cuando se visita esta parte de la ciudad de Santiago.
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